Festival Zanate, creando espacios para contar historias.
La “centralización” es una palabra que seguramente te suena. Se refiere a reunir varias cosas en un centro común o a hacer que distintas cosas dependan de un poder central. Este término ha sido utilizado múltiples veces para referirse a cómo ciertos espacios tienen un mayor auge o desarrollo en ciertos lugares.
En un país como México siempre se habla del cómo el arte y la cultura se encuentran centralizados en ciertas partes del territorio.
Sí, con una búsqueda simple en Google podemos ver que eventos, exposiciones y movimientos suceden todo el tiempo y en gran cantidad en la Ciudad de México. Pero esto no quiere decir que en otras partes del país, lo que se está haciendo no sea digno de llegar a grandes alcances. El problema considero es que, en ocasiones no, nos gusta enterarnos de lo que pasa en otros lugares. Lo que me llevó a buscar esos espacios y a tener una interesante charla con Carlos Cárdenas.
Carlos Cárdenas es originario de Colima. Es editor, programador, realizador y docente de cine de no ficción. Y además dirige y programa el festival de cine documental mexicano Zanate. Un festival que cumple sus 13 ediciones este año. Hablar con Carlos ha sido una delicia. En sus palabras noté de inmediato lo mucho que le apasiona el cine documental.
“No estudié cine. Estudié comunicación en la Universidad de Colima, en la facultad de Letras y Comunicación. Ahí conocí a mi primer gran maestro del documental José Roberto Levy. Quien me metió esta semillita del cine documental. Muchos queríamos hacer cine de ficción pero cuando conocí el cine de lo real algo me vibró y el paso a ello fue muy natural. Creo que soy muy afortunado porque todo lo que edito es cine documental. En términos de montaje, la mayor parte de lo que trabajo siempre es cine de no ficción. Desayuno, como y ceno de esto en sus múltiples facetas”.
“Lo que más me llama la atención del cine documental es lo amplio y la gama de posibilidades que te da trabajar con la realidad como materia prima para expresarse”. Me comenta Carlos cuando le preguntaba sobre su pasión por el cine documental. “Fue algo que me voló la cabeza. Por lo regular tenemos la idea de un tipo de documental. El que sale en la televisión que tiene carácter de divulgación científico o histórico. O de entretenimiento tipo Netflix. El documental es una cosa bellísima que en sus posibilidades narrativas es maravillosa. Esta idea de poder trabajar, manipular y reinterpretar esta realidad y sobre todo de tener esta cuestión de expresarse a través del cine. Me gusta todo tipo de cine pero el documental se me hace muy completo porque puede tomar muchas ramas para contar algo en concreto”.
“Cuando uno empieza a trabajar. Hace lo que va saliendo pero creo que después de mucho picar piedra se puede llegar a ser muy orgánico en torno a tu oficio. Y en torno a lo que realmente amas”.
Respecto a las inspiraciones de Carlos, me contó un poco sobre esos documentales que han marcado su vida y por ende su carrera. “Uno de los que más me ha marcado es la “Hora de los hornos” un documental de Pino Solanas. Que recuerdo cuando lo vi en mi etapa de estudiante salí con una vibra distinta porque algo hizo en mí después de ver esas cuatro horas de documental. Otro corto que me marcó mucho fue “La Isla de las flores” que es un híbrido entre ficción, ensayo y documental que siento que mueve muchas vibras. En cuanto a documentales mexicanos “Los ladrones viejos” de Everardo González fue un parteaguas impresionante. Trópico de Cáncer de Eugenio Polgovsky se me hizo una cosa muy coyuntural. Pero el primero que te mencioné te puedo decir que me inspiró a seguir este camino”.
El Festival de Cine Zanate es uno de los pocos festivales en México que apuestan únicamente por cine documental. Y gran parte tuvo que ver con sus orígenes “Para mi maestro Roberto Levy estaba muy presente el hecho de que desde mis últimos año de universidad platicábamos un poco de eso. Decíamos que sería increíble tener un proyecto de exhibición y hacer una muestra. Y creo que esas charlas eran la primera semillita del proyecto de Zanate. Posteriormente salgo de mi ciudad natal Colima a Guadalajara por cuestiones laborales.
En alguna ocasión en un viaje de carretera, entre un colega y yo. Comenzamos a hablar en torno a ciertas ideas sobre una muestra de cine documental, pensamos en contactos que conocíamos, empezamos a contactar a un grupo de gente. Y quisimos hacer una muestra que tuviera lo más contemporáneo del cine documental mexicano. De tres a cuatro piezas con algunas producciones locales. Esa era la idea principal. Se realizó una identidad, salió el nombre de Zanate, dijimos si va a ser una cosa de una sola vez que sea algo bien hecho. Pero la respuesta de la gente fue tan cercana y cariñosa y que dijimos ¿por qué no lo convertimos en un festival? sin saber a lo que nos podíamos enfrentar. Y así nació el festival de cine documental Zanate”.
Un zanate es una especie de cuervo pequeño con plumas negras que tienen una personalidad juguetona y ladronzuela. “A pesar de que no es una ave representativa de Colima. En la facultad donde yo estudié esa ave abunda. A veces tenías que pelear un poco con ellos para defender lo que comías” me cuenta Carlos entre risas. ”Buscábamos algo que no fuera tan obvio o representativo de Colima como los volcanes por ejemplo. Queríamos un elemento que pudiera remitir a la identidad sin que fuera tan obvio y fue algo que nos dio muchas posibilidades para el diseño. Una amiga nos regaló esa primera imagen, como te decía no pensábamos hacer más de una edición y llevamos 13 años ya con esto”.
El festival Zanate se desarrolla en Colima. Uno de los estados más pequeños del país. Y aunque es conocido a nivel nacional, si se pensó en algún momento llevarlo a otros estados Carlos me comentó “No llegamos al millón de habitantes en todo el estado eso es una realidad, somos uno de los lugares con menor población en México. Hay oferta cultural amplia pero nosotros quisimos crear un producto que nos hubiera gustado disfrutar. En Colima no hay escuelas especializadas en audiovisuales o de cine. Pero creemos que Zanate ha venido a suplir espacios de formación. No sólo exhibimos cine. También damos talleres, producimos y hacemos diferentes cosas del ramo. Y fuera de que sea nuestra ciudad de origen y que la gente es muy ávida y alimentaba mucho el proyecto, también existe una cuestión de descentralizar".
“Queríamos estar en espacios donde no existe oferta y empezar a sembrar una semilla”.
"En estos trece años hemos podido ver cómo emerge una generación bien talentosa de jóvenes realizadores emergentes. Que han pasado de ser el público, luego parte de un taller y terminan en exhibir. Un ejemplo de ello es, Isis Ahumada una joven realizadora que hizo un corto llamado "Tecuani, Hombre Jaguar” que estuvo nominado al Premio Ariel y en festivales muy importantes como Hot Docs. Es alguien que estuvo presente en las ediciones del festival, viendo películas y después presentando su documental. Para nosotros, la apuesta es diseminar y descentralizar las opciones a lugares que quizá no tienen un espacio parecido”.
Zanate se ha valido del apoyo de ciertos espacios para ofrecer una manera diferente en que la gente se pueda acercar al festival. “Buscamos un lugar que no fuera una sala de cine tradicional. Buscando un nido para Zanate, transformamos la Pinacoteca Universitaria en una especie de sala. Con un patio central muy amplio el cual se convierte en una sala de cine con las estrellas como techo, sucede algo muy mágico en ese momento. Procuramos que ninguna actividad se empalme durante el festival para que la gente pueda disfrutarlo. Lo que buscamos es que nadie se pierda una sola charla, una sola proyección, un taller, ninguna actividad hasta la fiesta de clausura.
Queremos que las personas lo disfruten plenamente y que no tengas que elegir entre una y otra actividad. Todas las actividades son únicas e irrepetibles, las proyecciones sólo suceden una vez durante el festival con presencia de su directora o director. Quizá es lamentable en ese sentido pero eso lo hace especial y te dice que no debes perdértelo. Contamos con un público muy cercano a Zanate. Que siempre apoyan para que las salas estén llenas. Siempre buscamos que exista una conversación muy cercana entre los asistentes e invitados que propicia esto".
“Concebimos que el cine es un espacio para comunicar. No tanto para el glamour o las zonas VIP.”.
"Programamos poco contenido pero tiene que ver con que al final somos un festival de nicho, especializado en cine documental mexicano. Nuestra competencia es para gente en México, lo cual nos ha dado una identidad. Alrededor de unas 30 películas máximo es lo que puedes ver en una muestra que nosotros ofrecemos. El comité organizador está formado por gente que ha pasado por Zanate y que empezó por staff. Tenemos un convenio con la facultad de Letras y Comunicación, por lo que los estudiantes pueden cubrir su servicio social siendo voluntarios del festival. Y la experiencia les ha dejado tanto que poco a poco van creciendo dentro de Zanate. Esto se ha vuelto una especie de escuela donde los voluntarios crecen y aprenden bastante sobre cine documental”.
Muchos de los eventos planeados para este 2020 han tenido que volver a organizarse debido a la pandemia que atravesamos actualmente en el país y el festival de cine Zanate no ha sido la excepción.
“Estamos a la expectativa de lo que pueda pasar. Es un hecho que continuamos. Está sobre la mesa la decisión sobre la manera en que lo haremos. Ya que aún no se encuentra del todo definida. Están las plataformas digitales y estamos conscientes de que lo primero son los cuidados. Queremos formar un festival híbrido aunque quizá eso sacrifique un poco la cercanía que siempre buscamos dentro del evento. Es más complejo y cansado porque es pensar en diferentes organizaciones y quien sabe, quizá un mes antes cambia la jugada. Pero estamos en ello porque estamos muy conscientes, de que la seguridad es primero. La fecha tentativa para la edición 2020 es del 16 al 21 de noviembre”.
La pasión que Carlos siente por el cine documental se siente, y es contagiosa. En México muchos nos hemos acercado a las plataformas digitales actuales para ver cine como una forma de distracción. “El cine es muchas cosas en la vida de una persona y las sociedades. El cine es memoria, es cultura, es entretenimiento, es fuente de conocimiento. En este caso los documentales generan empatía. La empatía es un reactor muy importante para nosotros en el festival. Lo tenemos muy claro. A pesar de las diferencias siempre buscamos como amalgamar para crear espacios y condiciones incluyentes.
El cine hace mejores seres humanos.
"Durante esta pandemia el cine ha ayudado a muchas personas. La gente se ha acercado al cine para mitigar el encierro. Se han acercado a la cinematografía nacional, a través de plataformas como FILMINLATINO que han tenido un despunte durante esta situación. La gente se acaba sus catálogos de lo que ve normalmente y salta a estas plataformas para descubrir cine mexicano, decir ¡esto está increíble! y eso me llena de mucha felicidad”.
La situación actual ha llevado a muchos a pensar que no se puede crear cine en estos momentos. Las nuevas generaciones tendrán que enfrentarse a estos retos y al respecto Carlos nos dice “En términos técnicos creo que debes pensar en tus herramientas según el tema de lo que quieras comunicar te lo exija. No caer en la dictadura de la tecnología.
La cámara no dictamina la calidad de un producto. La calidad va sobre excavar en lo personal. Preguntarse el porque estás hablando de ciertos temas. El cine es un canal para poder comunicarnos a través de lo audiovisual. Si tenemos claro lo que queremos decir podemos crear cine más honesto.” Con esto Carlos Cárdenas concluye esta jugosa charla.
Si estás interesado en el Festival de Cine Zanate, te invito a visitar sus redes sociales AQUÍ y su sitio web. Para estar pendiente de las distintas convocatorias que se encuentran vigentes y las que próximamente estarán disponibles. Recuerda que se llevará a cabo del 21 al 16 de Noviembre de este año.
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.