En las últimas décadas, las empresas y los departamentos de marketing. Han utilizado el término "comunidad" para referirse a una gran variedad de ideas, desde inversiones organizativas de gran alcance, como eventos vecinales o asociaciones de caridad, hasta foros en línea e incluso listas de correo electrónico simples.
Estas ideas apuntan a crear un sentido de pertenencia colectiva que las personas solían sentir, mucho antes de nuestro aislamiento y soledad ahora récord. Pero la mayoría (y algunas veces todas) de estas medidas de construcción comunitaria son superficiales, o incluso irrelevantes, de lo que constituye una comunidad real.
Llamamos a las comunidades resultantes como lo que pareciera espacios espejismo: grupos que las organizaciones pueden etiquetar como comunidades, pero que un ojo capacitado puede reconocer que no lo son.
Hay un número creciente de organizaciones que toman la necesidad de comunidad mucho más en serio. Estas organizaciones invierten en principios comunitarios efectivos, y son recompensadas con innovaciones innovadoras, comentarios críticos, lealtad a la marca e incluso la retención de empleados.
Las comunidades reales están formadas por relaciones. Siempre.
Las relaciones existen en el ámbito de la experiencia personal, y aunque pueden incluir transacciones, nunca son puramente transaccionales. También incluyen algo de generosidad, al menos del tipo en que ayudamos a otros sin calcular el retorno de la inversión para enviar una tarjeta, responder una pregunta oportuna o mantener la puerta abierta para un extraño que viene del frío. ¿Me estoy entendiendo?
En una comunidad real, los miembros se ayudan mutuamente a convertirse en quienes quieren ser. Esto puede incluir compartir información, habilidades, lecciones duramente ganadas y, muy a menudo, una amistad atenta. Cuando una marca puede ofrecer esto a los miembros (por ejemplo, clientes, usuarios, personal, colegas o voluntarios), se puede desarrollar algo mucho más rico y gratificante.
Tres consejos para construir una verdadera comunidad:
- Ve más allá de la transacción. Asegúrate de ir mucho más allá de construir relaciones transaccionales. No es suficiente ofrecer cupones o simplemente invitar a alguien a un evento virtual o en persona.
- Define cómo estás ayudando a los miembros. Articula exactamente cómo estás enriqueciendo las vidas de los miembros de la comunidad: ayúdalos, no solo sus objetivos corporativos.
- Piensa pequeño. La comunidad sucede en pequeñas experiencias. Crea intencionalmente lo que llamamos "experiencias de fogata", que son experiencias íntimas donde los participantes tienen proximidad, permiso y tiempo para conectarse con un grupo pequeño.
Tomando en cuenta lo anterior ¿estás listo para construir una verdadera comunidad?
¡Cuéntame en los comentarios de que va la tuya para unirnos si es posible!
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